Videos
Ibn_Marwan (19K)

Nacion
luso (27K) Lusitania

bandera-de-extremadura (3K)
Bandera

escudo luso (42K)
Escudo

himno

Email: buzon009 (12K)

Phone: (123) 456-7890
Fax: (123) 456-7890

kloi (19K) Ibn Marwan ( al –Yilliqi )

Abderramán Ibn Marwan el Chiliqui que nació en Mérida a principios del siglo IX de una familia de muladíes; esto es cristianos renegados convertidos al islam. Al igual que sus antepasados era llamado El Chiliqui, es decir, el gallego, apelativo que los árabes aplicaban a los españoles cristianos de las regiones del norte no dominadas por ellos.

Por su origen emeritense era conocido también como al Maridi , quiere decir el emeritense, ya que Mérida se llamaba entonces Marida.

Desde joven se mostró ya levantisco , pues siguiendo la tradición de su abuelo, Yunus el Chiliqui , de su padre el Walí ( gobernador ) de Mérida ,muerto en la rebelión de 827 , se levantó contra el califa de Córdoba ( los Omeyas ) .

Durante el periodo inicial de presencia musulmana, Mérida seguía siendo un enclave decisivo. Le costaba aceptar la dependencia del poder de Córdoba, por lo que la insumisión era una constante en la ciudad, en general, todo el occidente andalusí durante el periodo Omeya mantuvo una actitud de perpetua insumisión que desaparecía cuando los ejércitos cordobeses lograban imponer su poderío. Tiempo después, el ejército vencedor retiraba las tropas confiado en el sometimiento de los vencidos y, al poco, el proceso volvía a iniciarse. El representante del Emir era expulsado y vuelta a comenzar la sedición. Por supuesto que los gobernantes Omeyas no se hacían ilusiones acerca de la lealtad de la gente de Mérida. Eran conscientes de lo efímero de su consentimiento.

Por ello, en el año 868 el Emir Muhammad decide actuar con más determinación que de costumbre contra los rebeldes, entre ellos, nuestro Marwam. En una sabia estratagema simula dirigirse contra Toledo, sin embargo, a mitad de camino se desvía hacia Mérida, cogiendo a los sediciosos totalmente desprevenidos, por lo que no pudieron hacer otra cosa más que refugiarse con todos los cabecillas tras los muros de la ciudad, este acto de improvisación hizo que no fuera posible dispersarse por los distintos castillos de la región. El ejército Omeya establece el cerco, los ataques se concentran en el puente, que es defendido con fiereza, pero la infantería del Emir consigue adueñarse de él y ordena que uno de sus pilares sea destruido, maniobra que facilita la rendición de la plaza.

Al parecer, un año después el Emir se vio obligado a volver a la ciudad para atajar otra sublevación encabezada por alguno de los rebeldes capturado el año anterior y que había conseguido fugarse. De todas formas la perdida de las murallas fue el comienzo de la decadencia de Mérida.

A pesar de que su vida en Córdoba no debía de ser dura de llevar, al–Yilliqi anhelaba regresar a su tierra, por lo que decide huir con todos sus compañeros. Su salida individual no representaba grandes dificultades, a pesar de estar retenido goza de ciertos privilegios, sin embargo la evasión colectiva entraña dificultades, así que, uno a uno, o en pequeños grupos al–Yilliqi y los suyos van saliendo dirección al castillo de al-Taly (el hielo), donde habían fijado el punto de reunión. Corría el años 874-75, en cuanto estuvieron todos en el lugar alzaron bandera de rebelión y comenzaron a rapiñar la comarca. Tres días después, Ibn Marwan al-Yilliqi y los suyos llegaban al castillo de Alange.

Los rebeldes, desde la infranqueable fortaleza de Alange comienzan a rapiñar la comarca. El motivo que más preocupa a Marwan es conseguir monturas para sus hombres, sin piedad atacan a los representantes del poder omeya despojándolos además de sus monturas de todas las pertenencias de valor. La misma suerte corren los árabes y bereberes de las cercanías, después de tres días de frenética actividad se hace con cerca de quinientos animales. El segundo motivo de inquietud es pertrecharse de víveres para el ineludible asedio, aunque no parece que esto pueda convertirse en un problema, precisamente ese año la cosecha había sido abundante, por lo que había provisiones de sobra.

En Alange los rebeldes se preparan para la batalla, para ello piden ayuda a otro cabecilla sedicioso, Sa dun al-Surunbaqi que se encontraba con sus hombres en Oporto. Este de inmediato se pone en camino y llega a Juromenha donde junta sus fuerzas con las de Makhul, formando un contingente considerable.

El Emir Muhammad, decide no lanzar sus huestes contra Juromenha, teme dejar a sus espaldas un enemigo tan efectivo y peligroso como los hombres de a l-Yilliqi.

El Emir resuelve asediar el castillo y rendir a los defensores por hambre y sed. Para Marwan y sus hombres, que estaban sobradamente aprovisionados, el hambre no constituía un problema pero, no ocurría lo mismo con el agua, cuya falta pronto comenzó a ponerlos en aprietos.

Marwan y los suyos se encontraban al borde de la extenuación. cuando un golpe de suerte les devolvió la esperanza y la determinación de resistir: de unos pozos que estaban excavando a los pies del castillo comenzó a brotar agua abundante y de buena calidad. Desde la parte más profunda de los pozos abrieron galerías por las que podían acarrear el agua a cubierto de proyectiles. Después de tres meses y diez días de asedio el cansancio hace mella en ambas partes, por lo que empiezan a considerar la posibilidad de un acuerdo.

Marwan manda un enviado al campamento del Emir para fijar las condiciones del pacto cuando, un grupo de soldados denominados marineros, lo convencen al Emir de que rompa las negociaciones y deje en sus manos el asalto, comprometiéndose a tomar la fortaleza antes de la oración del mediodía. Creían que Marwan negociaba porque estaba debilitado pero, se toparon con una encarnizada resistencia. La toma de la fortaleza terminó convirtiéndose en el combate más feroz desde el inicio del asedio. A pesar de ello la invasión comenzó a tener éxito. Los sitiados se vieron obligados a refugiarse en la parte más alta del castillo, Marwan se encontraba en verdaderos apuros cuando nuevamente la suerte se posicionó a su lado, una terrible tormenta estalló repentinamente y el ataque definitivo tuvo que ser aplazado.

Al día siguiente al-Yilliqi pide. Como garantía del pacto, al-Yilliqi debe dejar en manos del Emir a su hijo Muhammad, a su nieto y a treinta rehenes. Todos ellos fueron llevados a Córdoba. Al año siguiente (876), al-Yilliqi vuelve a declararse en rebeldía.

Al año siguiente de ser desalojado de Alange, el subversivo al-Yilliqi vuelve a declararse en rebeldía, otra vez el Emir.

Durante el Ramadán de junio del año 876, al-Mundir y Hasim asedian y atacan ferozmente el campamento de Marwan con almajeneques (máquinas de guerra utilizadas para lanzar grandes pedruscos con el fin de destruir las murallas).

Las condiciones del asedio pronto empezaron a hacerse insoportables, en esta ocasión el hambre no concedió treguas, por lo que no quedó más remedio que comerse los caballos, poco tiempo después, los perros y alimañas y finalmente a sus propios muertos.

Al- Yilliqi envía una desesperada petición de ayuda a Sa’dun al- Surambaqi, que se encontraba en Oporto, este de inmediato parte con un ejercito formado por caballeros, infantes y arqueros.

Hasim y Sa’dun se encuentran frente a frente con el río Ahsad (posiblemente el río Zezere) entre ellos. Hasim, decidido a acabar de una vez por todas con el ejército enemigo atraviesa el río y entabla escaramuzas, pero Sa’dun reacciona con rapidez lanzando un ataque con todos sus hombres y los estandartes desplegados, el asalto fue tan violento y repentino que las tropas cordobesas sufrieron una derrota.

Prisionero Hasim es obligado a escribir al infante al –Mundir para que levante el cerco sobre Cárquere, donde aún se encontraba refugiado al –Yilliqi.

Hasim acaba en manos de Alfonso III ( Rey de Asturias desde el año 866, hastael año 910 ) , quien después de dos años de cautiverio lo entrega al Emir a cambio de un considerable rescate de 150.000 dinares.

Tras su liberación, Hasim regresa a Córdoba con sed de venganza, planea atacar de nuevo a Marwan.

Marwan,envía un mensaje al Emir advirtiéndole que si sus tropas no dan de inmediato la vuelta a Córdoba destruirá Badajoz y se lanzará de nuevo a la guerra, arrasando sus tierras.

El aviso surtió efecto, el Emir suspendió el ataque y Badajoz, consolidado como reino fue gobernado por Marwan y sus sucesores hasta el año 931.

Enlace Amigo

Autodeterminación

El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación:es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad.

La libre determinación está recogida en algunos de los documentos internacionales más importantes, como la Carta de las Naciones Unidas o los Pactos Internacionales de Derechos Humanos.

También numerosas resoluciones de la Asamblea General de la ONU hacen referencia a este principio y lo desarrollan: por ejemplo, las resoluciones 1514 (XV), 1541 (XV) ó 2625 (XXV).

Es un principio fundamental del Derecho internacional público y un derecho de los pueblos, que tiene carácter inalienable y genera obligaciones para los Estados. Incluso, de acuerdo con muchos autores, la libre determinación ha devenido norma de ius cogens.